Anoche asistí perpleja a la entrevista al nuevo "asesor" en materia de justicia del PP, el señor Juan José Cortés, que ahora pide que no se le relacione con la pequeña Mari Luz, su hija. Fue entrevistado por Mª Antonia Iglesias e Isabel Durán.Puedo estar de acuerdo en que la mejor universidad es la de la vida, pero como muy bien manifestó el director de un medio de comunicación, no se puede legislar llevados por el dolor. ¿Qué será lo próximo o qué sería lo más conveniente? Pues para muchos que Julián Muñoz accediese a la cartera de Economía, un parado al Ministerio de Trabajo, una mujer maltratada al Ministerio de Igualdad o un vendedor del top manta sustituyera a la ministra González Sinde. Todos víctimas o verdugos, pero todos conocedores de justicias e injusticias y de la materia que incumbe a su ministerio.
No se trata ya, sólo o únicamente, de tener o no la formación o ser conocedores del tema que a cada uno ocupa, se trata de ser consecuentes e íntegros en la defensa de unas ideas. Se debe luchar con ese afán de protagonismo, que engorda el ego más que un salario fijo para él y su señora, como dice que ofrecieron a este señor los dirigentes del Psoe. El Pp, le va a pagar sólo las dietas, pero le va a permitir jugar a ser legislador, a recuperar la cadena perpetua y quizás dentro de nada, quién sabe, la pena de muerte.
Como gusta tanto hacer demagogia a algunos, ayer se jugó con las comparaciones en falta de formación académica de ministros actuales como Corbacho, Blanco o Aído. Repito, la mejor universidad es la vida, pero la vida íntegra y de ideas firmes que no te hace tener carnet socialista toda la vida y de repente ofrecerte a asesorar en materia de justicia al partido representante de la oposición. Todos conocemos casos de personas que pasan por 3 ó 4 universidades, tienen masteres y doctorados y queda patente que ellos pasan por la universidad, pero la cultura no pasa por ellos. No hace falta entrar en la universidad para aprender esa mínima lección de integridad y honradez ideológica. Del mismo modo que puedes ser, como decía Mª Antonia Iglesias, socialista, crítico con los tuyos o con sus políticas, pero nunca un borrego sumiso conducido a verdes pastos o a la crueldad del matadero, sin cuestionarte ni lo uno, ni lo otro.












