Una vez más, la realidad supera la ficción y en nuestra ciudad. Nos damos un respiro de los asuntos políticos para hacernos eco de esta noticia: un albañil de 60 años, enfermo de cáncer, mata a su hermana de 52, en su vivienda de Vara de Rey, donde ella acudía a atenderle, cada día, cuando la mujer de él salía a trabajar. Lo más triste e ingrato del asunto es que la fallecida fue la donante de la médula a su hermano-verdugo.Esto me ha hecho reflexionar sobre lo que tiene que pasar por la cabeza de una persona "normal" o "un buen hombre" para llegar a esos extremos, cuál es la situación desesperada que nos "toca" el fusible o el interruptor en pro de la ilegalidad, el crimen, lo ilícito, la brutalidad...
Va a ser cierto lo que están comentando el director y los actores de la peli "Un buen hombre", que se estrena mañana: nadie sabe hasta dónde somos capaces de llegar, todos somos capaces de todo en un determinado momento y todos somos capaces de cometer actos violentos si se produce el detonante adecuado. Está claro que todos nos convertimos en juez y parte cuando alguien a quien respetamos hace algo incorrecto o ilegal.
Después de conocer la noticia del crimen de esta mañana, me he parado a pensar que cuando Tristán Ulloa habla de su personaje ( un profe de derecho que presencia como su mejor amigo, catedrático y su mentor, asesina a su esposa) tiene bastante razón, al afirmar que las personas, a veces van con muchos "disfraces": el de la ética, el de la moral, la religión, el buen marido, el honorable profesor o profesional...,pero al desprenderse de ellos, queda la parte más primitiva de cada uno y esa es la que más miedo da porque te puede dar lo mejor y lo peor.
Según comenta el actor, todos tenemos un punto primitivo dentro, para bien o para mal y, cuando nos llevan a un extremo puede salir la bestia de nuestro interior, como así ha sido hoy, lamentablemente.







Fuentes del PCE han manifestado que esta querella "debe salir adelante por los fundamentos en los que se basa, por tener una base jurídica seria y consecuente, y porque hay un clamor social en torno a que Aznar y algunos ministros de su gabinete, metieron a España en una guerra incumpliendo las normas constitucionales y sin pasar por el Parlamento, en contra de la mayoría del pueblo español".
Un agente de la Ertzaintza fuera de servicio, impidió anoche en Vitoria que una mujer fuera víctima de un maltrato por parte de su pareja. El agente caminaba por la vía pública cuando advirtió que una mujer que viajaba en un vehículo iba a ser agredida por el conductor del coche, que iba dando frenazos y acelerones bruscos.







