
Y no soy de las únicas personas que lo piensa: hoy habla de lo mismo en la prensa un profesor de EADA, Franc Ponti, en un artículo titulado "Un nuevo liderazgo que innove y cree empleo". Él acuña un nuevo término "humbición", ambición mezclada con humildad. Dice que nos espera un futuro gris, dada la manifiesta incapacidad de los políticos de ser capaces de reinventarnos y de reimaginar una sociedad más igualitaria, equilibrada y justa, en la que la creatividad, los méritos propios y la colaboración ganen terreno a la prepotencia, el pelotazo y las mismas malditas maneras de siempre de hacer las cosas. Estoy con él en que necesitamos nuevos liderazgos sociales.
Hablando con compañeros estos días, en una sala de profesores, salió el tema de un alumno, poco destacable académicamente, pero tremendamente capaz de arrastrar y movilizar a todo su grupo, pero siempre en positivo, dinamizador, conocedor de toda su gente y de sus virtudes y defectos, con una personalidad humilde pero que imanta. Todos decíamos que parecía mentira que esta "personita" arrastrase de esa manera y de forma tan positiva. Esa, para mí, sería la figura carismática y si sabemos detectarla ya desde la escuela, ¿por qué nos cuesta tanto encontrarla en la edad adulta y seguirla, aunque sea cuestinándola, en mayor o menor medida?
Mandela nos da las claves para ejercer un liderazgo con maestría:
1. "El coraje no es la ausencia de miedo. Es inspirar a otros para sobreponerse a él" La condición de líder exige engañar (en el buen sentido) a los seguidores: uno tiene que adoptar una máscara. Fingiendo su supuesta valentía absoluta, se convirtió en un ejemplo para los demás.
2. "Hay que dar el primer paso, pero sin dejar atrás a tu equipo". Aquí, quisiera hacer la puntualización de que él nunca se refiere a una organización cerrada o a un aparato de partido, sino que se refiere a que todo lo que hizo, siempre lo acometió en una sintonía constante con la militancia.
3. "Debes liderar desde la retaguardia..., pero hacer creer a los otros que estás en la vanguardia". Nunca es buena la prepotencia y el ordeno y mando. Eso de erigirse en salvador del mundo o estoy aquí porque considero que no existe, hoy por hoy, nadie que lo pueda hacer mejor, es un error garrafal. Mandela apela a su niñez conduciendo ganado y dice que hasta eso se dirige desde atrás. El papel del líder no es decir a los otros lo que tienen que hacer, sino facilitar el consenso. Y el truco del liderazgo está también en permitir que los demás lo dirijan a uno.
4."Conoce bien a tus enemigos...y aprende de ellos" La capacidad de hablar el lenguaje de tus oponentes puede ayudarte a comprender cuales son sus puntos fuertes y débiles, lo que te permitirá formular las tácticas más oportunas en cada momento, pero también te permitirá trabar una mejor relación personal con el enemigo.

5. "Hay que mantener a los amigos cerca...y a los enemigos, aún mas" El abrazo fraternal con miembros incluso de la oposición, Mandela lo veía como una oportunidad y el mejor medio de controlar a tus rivales. Aprecia la lealtad, pero no te dejes obsesionar con ella ya que la gente actúa según su propia conveniencia y esto es un simple rasgo de la naturaleza humana, no una lacra o un defecto.
6. "Las apariencias son muy importantes...y también sonreir" Los símbolos son tan importantes como la sustancia. Él nunca fue un gran orador, pero la iconografía siempre resulta comprensible para todos. Lo más significativo de su personalidad siempre ha sido su sonrisa beatífica y deslumbrante (nunca la sonrisa fácil, falsa y que denota nerviosismo), la suya es muestra de que no estaba resentido y hasta de que los comprendía bien. La sonrisa era el mensaje de que no se sentía amargado y que iban a ganar.
7. "Nada es blanco o negro" Las decisiones son complejas y siempre hay factores contradictorios. Nuestro cerebro tiende a la búsqueda de explicaciones simplistas, pero no se corresponden con la realidad (plagada de matizaciones infinitas). Todo problema tiene muchas causas, pero hay que tener claro cuál es el objetivo y cuál la forma más práctica de alcanzarlo.
8. "Rectificar también es una muestra de liderazgo", de las más importantes, añadiría yo, y que demuestra una de las mayores virtudes humanas, que es la humildad. La determinación de que ha llegado el momento de abandonar una idea, labor o relación fracasada muchas veces es la decisión más difícil que tiene que tomar un líder. Hay ejemplos de lo contrario o reversos de su figura como Mugabe, que creó un país y hasta la fecha sigue manteniéndolo como rehén personal. La labor del líder es marcar el rumbo, pero no pilotar el barco eternamente.