24.6.09

"PSICOSIS EN EL CIBERESPACIO"

Un nuevo peligro acecha nuestro presente, amenaza a nuestros menores, los jueces lo sueltan y vuelven a cometer el crimen, utiliza el anonimato y la oscuridad de la noche para cometer sus fechorías. Es el ciberdepredador.

Hemos conocido por El País, éstos días, que un experto hacker, utilizando troyanos, sacaba toda la información de los discos duros de los ordenadores de las adolescentes y si no conseguía sus perversos fines, les amenazaba con emplear las fotos y vídeos de contenido sexual entre sus amistades.

El hecho, denunciado por una menor, al borde del suicidio y que había explicado, en una carta a su madre, la razón de su comportamiento, ha puesto la voz de alarma en un peligro más del mal uso, abuso o desconocimiento de los límites de internet, como de cualquier adicción a cualquier aparato o tecnología sin límite razonable.

El delincuente, haciéndose pasar por otra adolescente para ganarse la confianza de las chicas, les hacía ir colgando fotos y vídeos, cada vez más comprometidas que él hacía suyas y, cuando ya se identificaba y ellas no accedían a seguir con el juego, las amenazaba con difundir las imágenes a todos los contactos de las chicas, que previamente había obtenido con el virus troyano que les había introducido en su sistema. Gracias a la Brigada de Delitos tecnológicos o informáticos, se ha llegado hasta este energúmeno que, en primera instancia, había salido en libertad por culpa de otro juez incompetente.

Qué ingenuidad cuando pensábamos que lo más grave que nos podía pasar era que nuestra pareja se nos fuera con otra persona a la que había conocido a través de la red, aunque confieso que he empezado a contar con los dedos de la otra mano los casos que conozco de vecinos y conocidos. O esos casos, que nos cuentan, de que se quedan sin blanca por los juegos de azar o nos despluman el crédito de la tarjeta, porque hemos gestionado por internet la compra de entradas del último concierto de Bruce Springteen y nos han debido copiar la clave, etc.

No obstante, nos hemos enterado de otro peligro que se esconde tras las pantallas y monitores de nuestros ordenadores personales, el daño que se puede ocasionar a muchas personas, que no piensan lo mismo que los demás, y a las que se descalifica como personas o se desacredita profesional y/o políticamente. En esto, como en todos los demás terrores que nos atenazan, influye el saber medir y utilizar la herramienta que tenemos entre manos. El cuchillo, que mal empleado nos puede sesgar la yugular, es con el que hacemos los filetes en casa para alimentar a nuestra familia o el que nos hace las porciones de la tarta de cumpleaños.

Seamos un poquito consecuentes a la hora de juzgar las bondades y los malos usos de las "armas tecnológicas" que caen en nuestras manos y, sobre todo, sepamos utilizarlas en críticas constructivas, los que sepan o se sientan capaces, y los que sólo sepan descalificar que se abstengan de hacer uso de ellas, ni siquiera como "lectores mirones", para ver lo que opinan los demás y, en lo que pierden el tiempo, que mucho o poco, ganado o perdido, es de uno mismo y de nadie más. Porque va a resultar que también por él nos van a cobrar impuestos, directos o indirectos.
Un llamamiento a la cordura, señor@s, y no veamos gigantes donde sólo existen molinos de viento que, a pesar de los pesares, siguen moliendo buen grano (ideas),con el que hacer buena masa (la militancia), de la que salga buen pan (proyectos políticos) y que alimente a un electorado cada vez más hambriento de sabia nueva (lejos de líderes más que amortizados y que, muchas veces, no llegan a todo o no dan más de sí, porque ya se sabe que "el que mucho abarca, poco aprieta" y hay que saber delegar, en política, como en todo). Electores con hambre de nuevas propuestas, de ganas, de ansia de triunfo, de proyectos sabios para trabajadores y autónomos, para jóvenes y mayores, mujeres y hombres. Una buena hogaza que no dependa de que se queme o esté poco cocido el pan del vecino (la derecha), sino cuyo mérito radique en la calidad del nuestro.
Quizás entonces no tengamos que lamentarnos de que sólo deban favores los del PP y vayan a las mesas obligados por su clientelismo, de que la gente se vaya de vacaciones y no vote ni por correo (los que tienen ganas y sienten que su voto va a ser útil, hacen lo indecible) o de que la idea de Europa no haya calado.
No creemos una psicosis más, que sólo existe en la mente de algun@s.

15.6.09

¡QUÉ MÁS DA VICTOR QUE VICTORIA!

Al hilo de la noticia de la condena a una mujer por violencia sexista hacia su esposa y siguiendo con las declaraciones del delegado del Gobierno para la Violencia de Género, Miguel Lorente, voy a abrir un debate que me parece importante, para dejarnos, una vez más, de "tonterías" de denominaciones.

Lorente, médico forense, del que conozco un poco de su bibliografía y de la que puedo recomendar "El rompecabezas, anatomía de un maltratador", (tratado psicológico y muy poco literario, no obstante), es un experto en el tema de la violencia de género. Afirma que es un error considerar violencia de género la agresión entre mujeres. A lo que yo añadiría que qué más da para el fondo y el castigo del hecho.

Estando de acuerdo con él en que la violencia de género nace de una "construcción cultural", basada en la desigualdad histórica entre hombres y mujeres, por la que se consideraba al varón como garante de ese orden dentro de la relación, donde el hombre se sentía legitimado para ejercer la violencia y la mujer no cuestionaba esa imposición, ahora las cosas van cambiando. No estoy de acuerdo con él, sin embargo, en su afirmación de que el maltrato sea, por definición, el que ejerce el hombre hacia la mujer. Existen otros tipos de maltratos en los que no se ejerce la fuerza física y que dejan huellas o señales que no sangran ni supuran, pero duelen igual o más e incluso cuesta mucho más curar. Son las heridas del alma y que no tienen sexo, ni condición.

Un error radica en que también en los otros tipos de violencia doméstica entre personas del mismo sexo se busca la imposición, se recurre a la violencia física y psicológica. Siempre, en este tipo de relaciones enfermizas, hay alguien que se siente legitimado para ejercer la violencia y el otro lo consiente.

Otro error es no reconocer que, en nuestros días, ningún miembro de la pareja es más garante de nada que el otro. Ahí radica la igualdad. Es un simple silogismo: a igual trato degradante y violento a la pareja, igual condena o castigo, porque el resultado del maltrato es el mismo.

Existe una relación de poder con un miembro dominante (hombre o mujer) y un dominado con la autoestima por los suelos, que confunde amor con dependencia, sumisión o falso reconocimiento. Y, como consecuencia, un mismo resultado: una relación insana o enfermiza con fatales resultados. Por lo tanto, con independencia del "nombrecito" que queramos darle, el castigo debe ser el mismo e igual de ejemplar.

Hay veces que pienso, como Reverte, que la culpa de todo la tienen las feministas o el feminismo (por no mirar a nadie en particular) e imploro que no se cumpla, como dice esta semana, creo que es Julia Navarro, que no sea verdad la creación de ningún cuerpo especial de Inspectores de Igualdad. No están las cosas como para sacarnos de la manga más cuerpos de funcionarios. No, por favor: tenemos ministerio, delegado del Gobierno, encargados autonómicos, personas formadas dentro de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

El problema lo tiene cada uno de los implicados si confunde el tipo de relación en la que está
inmerso, no lo sabe reconocer, no lo afronta y no lo denuncia a tiempo. Los medios ya existen y las condenas, tanto para la violencia de género como para la doméstica, en general, deberían ser las mismas. El agravante de abuso de confianza existe en ambas y la desigualdad de fuerza física, en el caso del hombre sobre la mujer, en muchos casos, para mí, sería lo menos importante.

El resultado de la anulación y aniquilación total de la otra persona es lo que debe llevarnos a pensar que merecen esa igualdad de trato o igualdad, al fin y al cabo, tan pretendida por todos, pero tan mal gestionada por algun@s.

10.6.09

SE HACE CAMINO AL ANDAR...

Ya nos lo dijo Machado y así debe seguir siendo. Menos lamentarse por lo no hecho o mal realizado y a seguir adelante. No vale con lamerse las heridas, ni buscar excusas de mal pagador. No vale con decir que estamos entre los 5 mejores de los perdedores o de los peores, hemos perdido y punto.

Yo lo aprendí pronto, cuando justificaba mis suspensos ante mi padre, diciendo que también otros conocidos habían suspendido y a mí se me decía que los fracasos que importaban eran los míos. Pues eso, habrá que hacerlo aprender, aunque ya demasiado tarde, me temo, a los que tratan de justificarse y no reaccionan después de tantas veces y tantos fracasos y toques de atención.

Como el camino debe ser hacia adelante y sin volver la vista atrás, quiero hacer una llamada al optimismo y al progreso con noticias actuales como que el Gobierno andaluz ha aprobado la primera norma que regula la muerte digna, porque el derecho a una vida digna no puede truncarse con una muerte indigna. Son así pioneros en una norma autonómica que regulará los derechos del paciente durante la última etapa de su vida y las obligaciones de los médicos que les traten, tanto en centros públicos como privados. Así se hace camino, incluso adelantándose a que el Ministerio de Sanidad avance en el mismo sentido.

El Gobierno nacional tiene el proyecto parado desde que el anterior ministro Bernat Soria propusiese regular ésto e ir un poco más allá. Esperemos que Trinidad Jiménez vea ya la necesidad y la demanda social, después de los casos de las sedaciones del hospital de Leganés o la lucha que afrontó la chica de Granada para conseguir que la desconectaran del respirador que la mantenía con vida.

Otra forma de hacer camino ha sido la primera exhumación, con tutela judicial, de los restos de dos fosas comunes de la Guerra civil en Zamora. Los trabajos están relatados, día por día, en El País: desde el señor mayor que aparece, al punto de la mañana, con el buzo de trabajo para ayudar, a los detalles del trato de la jueza, los tres cráneos juntos como mejor pista, etc.

Una manera más de dar ese paso hacia adelante: los brigadistas internacionales, de los que muchos dimos fe en el homenaje de La Barranca, cuando en las Norias nos visitó el descendiente de uno de ellos, han recibido en Londres la nacionalidad española, esta vez en virtud de la Ley de Memoria Histórica y por carta de naturaleza, sin renunciar a la suya como se les pedía en el 96. Esos hombres y mujeres ven reconocida su lucha contra el fascismo y su generosidad, dejando sus países de origen, para combatir a favor de nuestra República.

Porque el camino es el símbolo del progreso, porque el camino siempre debe ser hacia adelante y, si miramos hacia atrás, debe ser para aprender de nuestros errores y no repetirlos.

Porque al caminar se dejan huellas en el camino o estelas en el cielo y en el mar, que otros tienen para seguir. Por eso y por todos los caminantes convencidos, el que no quiera o no pueda seguir adelante, debe ser capaz de reconocer que no puede, no quiere o no sabe seguir y dejar paso para no obstaculizar el camino y retrasar la llegada a la meta. Por eso y porque el camino no nos viene dado, sino que lo hacemos al andar, estando parados lamentándonos o justificándonos, el trazado nos lo hacen otros.

5.6.09

COTORRAS, COTILLAS, PERO FELICES

Ya sabemos, porque se cansan de repetírnoslo nuestros compañeros del sexo opuesto, que la curiosidad es femenina. Por el género del artículo y del sujeto sin más (femenino, singular), porque conozco yo a alguno que él solito es más cotilla que todas las mujeres juntas, pero bueno.

La noticia publicada en 20 minutos, ayer, rompe con el dicho de que "la curiosidad mató al gato" porque resulta que, según un estudio realizado en EEUU, cotillear puede contribuir a reducir el estrés y la ansiedad. La razón debe ser porque sentirse emocionalmente cerca de un amigo, aumenta los niveles de progesterona, pero vamos que, hace poco, contaban lo mismo de besarse, abrazarse, etc.y para eso no hace falta hablar, ni cotillear.

A mayores niveles de progesterona, mayor deseo de vincularse con otros y, esa vinculación vuelve a aumentar los niveles de esa hormona. Con lo cuál los incrementos de esta hormona se relacionan con una mayor voluntad de ayudar a los demás.
Así se llegaría a entender por qué la gente que vive en relaciones muy cercanas son más felices, están más sanos y viven más que los que están socialmente aislados.

Esto me ha hecho recordar y dar una explicación a la mayor esperanza de vida de los países mediterráneos, además de por la dieta, por la mayor sociabilidad. De esos países, España, en las estadísticas, figuraba muy bien, y en el caso de las mujeres, las riojanas éramos cuasi eternas (y no por enfermas, como dice el refrán), ¿sería por chismosas?Psssssss, que no se entere nadie.

Para terminar, me asalta una duda: el comentar en la blogosfera y otras redes sociales, ¿reducirá también el estrés y la ansiedad tanto en hombres como en mujeres?, porque a mí, hay veces, que me produce el efecto contrario.

Va a ser cuestión de que hay que acompañarlo ya con cervecita y terracita entre sol y sombra para mitigarlo...

Feliz super-finde de elecciones y nos vemos a la vuelta para seguir "cotilleando" sobre los resultados...